EL AMOR, MÁS QUE UN 14 DE FEBRERO

Por: Daniel Acosta

“(…) nuestro amor no debe ser sólo de palabras, 

pues el verdadero amor se demuestra con hechos”.

1 Juan 3:18 (Versión PDT)

¿Cómo podría describir el verdadero amor? Es difícil, pero lo intentaré.

Cuando era niño, estando en un parque, encontré un pajarito que no podía volar, muy emocionado lo levanté y me lo lleve a casa, ahí le di de beber agua usando mi propia boca, luego le di de comer, le conseguí abrigo con algo de mi ropa y lo puse cerca de mi cama, lo cuidé lo mejor que pude por varios días, hasta que el pajarito empezó a volar adentro de mi habitación. No quería que se vaya, pero con tristeza tuve que aceptar la realidad, así que mientras mi corazón se partía, lo tomé en mis manos, salí al patio, me despedí y lo dejé volar, voló y voló, pero sorprendentemente regresó a mis manos.

Amar a una mujer es respetarla, es preocuparse por ella, es cuidarla, es darle alas para que vuele lo más alto posible en sus sueños y objetivos. Pero cuando la veas volar majestuosamente feliz, deberás haberle dado razones suficientes para que ella desee volver a tu lado.

“El verdadero amor siempre será el resultado de nuestras ACCIONES”.

El amor es sin duda, uno de los tópicos que más se ha escrito y hablado a lo largo de la historia, pero…

¿Por qué todos buscamos el amor?, ¿por qué sentimos esa necesidad de ser amados?

Vinimos a este mundo para aprender a AMAR. Dios nos ha diseñado de este modo y puso en nuestro corazón la necesidad de vivir en RELACIONES. El amor le da sentido a la vida. Ahora bien, el amor es muy amplio y se extiende a todas las relaciones de nuestra vida como la amistad, la relación con nuestros padres, nuestros hijos y por supuesto nuestras parejas. En otras palabras, el AMOR es mucho más que un 14 de febrero.

En esta oportunidad hablaré del “amor romántico”. Si hablamos de este tipo de amor, debemos entender que este no se da instantáneamente, por ejemplo, muchos jóvenes confunden el “amor romántico” con un “amor a primera vista”, y eso no es amor, sino “atracción a primera vista”. Cuando una persona siente atracción por otra, sin conocerla, a menudo tiende a idealizarla como alguien perfecto y la llena de cualidades que no necesariamente tiene, en cambio, existe un detalle clave que no se debe obviar y es el “proceso de conocerse”. 

El verdadero amor se construye día a día con acciones que involucran respeto, confianza, honestidad y bondad. Sé que suena raro decirlo porque hoy en día existen muchos conceptos modernos sobre el significado del amor, pero esto simplemente sucede porque la humanidad lo entendió mal. La única persona que nos puede aclarar esto es Dios porque él es el AUTOR DEL VERDADERO AMOR, esto lo podemos leer en 1 Corintios 13:4-7 donde se nos enseña que el amor no solamente es un sentimiento sino también una acción; es decir, un entrenamiento espiritual.

“El verdadero amor
se construye día a día con acciones”

Por otro lado, elegir la compañera ideal para nuestras vidas requiere que comprendamos el verdadero concepto de 1 Juan 3:18 que nos dice que:

“… el verdadero amor se demuestra con HECHOS”

En otras palabras, el amor no es amor si no está acompañado de actos que lo demuestren. Por ejemplo, las mujeres no deberían enamorarse de hombres solo porque les dicen lo que ellas quieren oír ya que las palabras dulces — por más románticas que sean — si no están acompañadas de acciones, no tienen ningún valor. En lugar de elegir hombres así, tendrían que identificar a hombres que amen a Dios en primer lugar y que se esfuercen por hacer las cosas bien, que sepan respetar y cuidar a una mujer, y que lo que diga tenga relación con lo que hace porque a eso se le llama integridad. En definitiva no digo que deba ser perfecto, pero por lo menos puede ser un caballero para su amada.

Amar como Dios enseña, es tan maravilloso y sublime que la Biblia lo pone por encima de la fe y la esperanza (1 Corintios 13:13), ¿sabes por qué es así? porque Dios es AMOR, esa es su naturaleza. El amor se demuestra con acciones y es incondicional y desinteresado, tenemos que aprender a practicar este tipo de amor.

En mi caso el amor se hizo realidad en mi esposa, Dios se encargó de completar y darle equilibrio a mi vida a través de mi compañera. Me doy cuenta de que el amor de Dios está ahí, en ella, porque cuando nos conocimos como amigos, sentí que la miraba sin ver, pero cuando por primera vez salimos a pasear juntos, Dios hizo que la viera con los ojos del alma y, de pronto, mientras hablábamos en medio de una ciudad caótica y ensordecedora, todo se transformó en un simple susurro, como si todo a su alrededor se desenfocara y solo quedara ella para mí. Sin mediar palabra lo único que atiné fue a besarla y aunque ella ya tenía sus propios planes de vida, decidió quedarse a mi lado, — como cuando el pajarito regresó a mis manos —. Solo ella sabe cómo darle luz a mi vida con tan solo sonreír y, aunque batallar en este mundo me sea difícil, esa magia de su encanto logra que yo también pueda sonreír y que lo más difícil de esta vida se convierta en poca cosa. Eso hace el amor, porque al final el amor solo es amor cuando se sabe demostrar.

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Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Rosa Maria Callirgos M.

    El verdadero amor se siente,tú lo has dicho,sabemos que somos amados con las acciones del otro, es un construir día a día.

  2. Olga Rodriguez de Ferrer

    Es cierto el verdadero amor se demuestra con acciones, comprension, ternura y porque no aventuras y no olvidarse de decirle a la persona que la amas y resaltarles sus virtudes más que los defectos que indudablemente todos tenemos