
Por Daniel Acosta
“AFILA EL HACHA”
“Si el hacha no tiene filo, se necesita mucha más fuerza; sé inteligente: afílala.”
Eclesiastés 10:10 – La Biblia, Nueva Biblia Viva (NBV)
En un bosque, dos amigos decidieron ir a cortar leña por una hora. Al regresar, uno trajo más leña que el otro, así que el que trabajó sin descanso y trajo menos leña preguntó:
– ¿Cómo pudiste cortar tanta leña?
El amigo respondió:
– Mientras descansaba, afilaba el hacha.
En este ejemplo, podemos encontrar dos maneras diferentes para encarar un mismo trabajo: uno lo hizo sin el descanso de sus músculos trabajando de sol a sol y el otro amigo lo hizo con inteligencia. Un hacha no se afila sola, se requiere de cierta técnica adquirida para darle filo.
En la vida actuamos de la misma manera, hay personas que toman el camino del arduo esfuerzo y andan tan ocupados que no tienen tiempo para “afilar el hacha”; es decir, no tienen tiempo para adquirir conocimientos ni desarrollar habilidades o destrezas que le ayuden a completar con eficacia la misión que tenemos en este mundo, ni mucho menos tienen el tiempo para desarrollar los frutos del Espíritu para su alma — en mi caso empecé con el dominio propio (con ejercicios y una sana alimentación) —. Nadie nació sabiendo: no sabemos ser esposos ni padres, no sabemos trabajar, no sabemos ser ordenados, no sabemos dirigir, no sabemos cómo ayudar al prójimo y ni siquiera sabemos cómo tener un tiempo con Dios.
«¡Afila el hacha!», dice Dios.
El filo en el hacha representa la sabiduría, ella nos ayuda a desarrollarnos como personas y a desempeñarnos mucho mejor en las distintas áreas de nuestra vida, como cristianos este es un principio que debemos saber (lee Proverbios 1:7).
La ajetreada rutina del día a día combinada con falta de disciplina nos lleva a vivir y trabajar «en automático», tenemos prisa por acabar el trabajo y al final del día terminamos agotados y sin tiempo para lo más importante que es adquirir sabiduría.
¿Estás cansado de tantos años de muchas actividades con poco resultado?
Si es así, probablemente estás llevando una vida sin filo. Vivir sin la dirección de Dios puede afectar tu salud emocional pues además de llevar nuestras cargas a diario, a menudo asumimos también las ajenas. Si quieres tener resultados en tu vida y estar capacitado para ayudar a otros, debes detenerte, tomarte un tiempo personal y buscar la sabiduría de Dios tal como lo hizo Salomón (lee 2 Crónicas 1:8-12).
«Dios es quien provee sabiduría,
pídesela y úsala en tu vida».
Que no tengamos filo en nuestras vidas es una de las estrategias preferidas del maligno. Si leemos 1 Samuel 13:19-22 veremos que ahí los filisteos diseñaron una estrategia para derrotar al pueblo de Dios el cual consistía en que los israelitas no tuvieran dónde afilar sus armas para la batalla y así poder vencerlos.
¿De qué te sirve tu armadura si tus armas no tienen filo? Satanás quiere que nuestras armas estén sin filo. Satanás busca cristianos ocupados que no tengan tiempo para orar, ni para leer su Biblia, ni para meditar, ni para desarrollar sus vidas con disciplina. La falta de filo nos provoca tener vidas cansadas por tanto esfuerzo y poco resultado.
Vivimos tan ocupados que lo más “importante” (sabiduría) es sacrificado en el altar de lo “urgente” (nuestros triviales asuntos) y nuestra vida espiritual termina siendo postergada por el afán de la vida material, pero el tiempo es un gran timador de nuestra existencia y así como vinimos a este mundo “sin maletas”, sin maletas nos iremos.
Entonces, ¿qué podemos hacer?
Hay que aprender a afilar. No se puede ir a la batalla sin saber cómo pelear, a muchos nos enamora la victoria pero no queremos pasar por la disciplina.
¿Cómo te estás preparando?
Aparta tiempos personales en donde puedas estar con Dios, lee o tal vez escribe alguna reflexión, aprende una habilidad, desarrolla una destreza y adquiere conocimientos — para esto último el internet es muy útil, no lo uses solo para entretenerte sino también busca aprender (los tutoriales son una gran herramienta a nuestra disposición) —. Desarrolla tu talento, no te conformes con tener la herramienta (el hacha), busca la excelencia (filo) pues eso también es espiritual. Afilarse implica hacerlo a tu ritmo así que disfrútalo y conéctate con la sabiduría, la suma de todo esto dará filo a tu carácter. No te permitas llevar una vida de trabajo sin filo y recuerda que la sabiduría no viene sola, hay que ir a buscarla.
¿Qué vida quieres tener?
Abraham Lincoln dijo: “Si tengo 8 horas para derribar un árbol, voy a utilizar 6 horas para afilar el hacha”
Éste principio es fundamental en nuestra vida, haz un alto a tu trabajo y descansa, y durante ese descanso afila el hacha (desarróllate). El descanso es importante en la vida, recuerda que Dios descansó un día después de la creación, incluso Jesús solía irse lejos para hablar con Dios y reflexionar a solas, él buscaba sus propios espacios para afilarse. (Mateo 6:6).
Piensa que el filo administra mejor tus tiempos porque aprendes métodos nuevos y eficaces para el trabajo que Dios nos encomendó, por ejemplo, ser buenos padres, esposos, profesionales, líderes, etc. Piensa en esto: Si vas a “emprender” algo, nunca dejes de “aprender” (lee Josué 1:8).
Busca ser una buena hacha y así serás aún más útil en las manos de Dios.
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Reflexión
“Dios es quien provee sabiduría, pídesela y úsala en tu vida. Sin duda verás cómo creces en todas las áreas en donde la apliques”
¿Cómo te sientes en esta área?, ¿tu hacha necesita filo?
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DANIEL ACOSTA
CREADOR DE CONTENIDO DEVOCIONAL
Disciple Community
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Abarrotados de la rutina no siempre estamos en automático ni tampoco quiere decir que no descansemos. Pero lo que has dicho de la constancia y la disciplina y de trabajar inteligentemente, de tener un hobbie y de disfrutar el camino: marca la diferencia, sobre todo cuando no solo se trata de orar sino del dominio propio de crear una sintonía nueva para que podamos ser líderes en ese camino! Igual, no es fácil, pero tampoco imposible. Un día a la vez, para dar un poquito de eso que queremos vivir porque aunque tengamos lo que queremos, nada es para siempre.
A veces me pregunto: ¿Será que cada día estaremos más cansados, así descansemos?
No todo debe ser hacer, sino ser. Y eso de afilar el hacha: un día a la vez.
bendiciones amados hermanos.linda reflexion,oramos a nuestro padre celestial para siga afilando su hacha hermano, para que siga con esos hermosos consejos atravez de la biblia.
Muchísimas gracias tío…increíble…lo que m ayuda a reflexionar en cmo estoy realmente con mi vida espiritual …gracias x tu dedicacion y x compartirlo
Gracias, me alegra mucho que te ayude, esa es la intención. Un abrazo y sigue adelante en tu vida espiritual.
Sin duda las preocupaciones y las actividades cotidianas me distraen de los más importante…voy a afinar mí hacha más seguido….así mí trabajo será más efectivo. Gracias por la reflexión 😃
Lo que puedo ver es que muchas veces pensamos que lo sabemos todo y que no aparecerá nada nuevo pero el amar a Dios y seguir a Dios es prepararse cada día es por eso sí no te preparas te desgastas y te vas estoy es un alerta que te dice necesito aprender más cosas aprender a ser más Sabio pero siempre tener en cuenta que Dios nos ama
Gracias por tu comentario, un abrazo a la distancia.