
¿ERES OPTIMISTA O PESIMISTA?
Por Daniel Acosta
“A la mañana siguiente se levantó el criado de Eliseo, y al salir vio aquel ejército que rodeaba la ciudad con caballería y carros de combate; entonces fue a decirle a Eliseo:
—Y ahora, maestro, ¿qué vamos a hacer?
Eliseo le respondió:
—No tengas miedo, porque son más los que están con nosotros que los que están con ellos.
Y oró Eliseo al Señor, diciendo: «Te ruego, Señor, que ABRAS SUS OJOS, para que vea.» El Señor abrió entonces los ojos del criado, y éste vio que la montaña estaba llena de caballería y de carros de fuego alrededor de Eliseo”.
2 Reyes 6:15-17 (La Biblia, Dios Habla Hoy)
Esta escritura relata la historia de cómo el ejército del rey de Siria rodeó a Eliseo y a su siervo para que fueran capturados. El siervo estaba aterrorizado, pero Eliseo lo calmó diciéndole que eran más los que estaban con ellos que aquellos sirios. Y lo siguiente que hizo fue pedirle a Dios que le abriera los ojos a su siervo para que viera que Dios ya tenía la victoria asegurada. La fe optimista de Eliseo venció al pesimismo de su siervo.
Aunque tengas ojos para ver, es probable que tu alma esté ciega, y que eso impida que veas la gloria de Dios en cada cosa que Él ya está haciendo. Por eso, muchos no reconocen la victoria de Dios sobre este mundo.
Hablemos del PESIMISTA:
El pesimista a veces prefiere que lo llamen “realista”, lo cual nos lleva a confundir “pesimismo” con “realismo”. El realista usa datos que puede contrastar; es decir, se basa solo en lo que tiene frente a sus ojos y puede medir.
Este tipo de realidad negativa que el pesimista percibe lleva a muchas personas a creer que todo está perdido en este mundo y trasladan esa visión a sus propias vidas. Muchos ven a su alrededor crisis financieras, matrimoniales o familiares y lo convierten en una tragedia (propio del pesimista) porque no logran ver una solución. Poco a poco, la depresión se instala en sus mentes como un huésped no invitado que ofrece su compañía, les habla, los llena de frustración y solo repite una y otra vez: “ríndete”, paralizando de esta manera sus vidas. Otros buscan un escape más extremo en el alcohol o las drogas, pero esto solo es otra forma de matarse lentamente. También hay quienes, lamentablemente, prefieren tomar el camino directo del suicidio para intentar escapar de los problemas.
En el libro de Amós, hay una parte muy interesante en la que Dios dice:
“Aunque se escondan en el fondo del sepulcro, de allá los sacaré con mi mano (…)”
Amós 9:2 (La Biblia, Reina Valera Contemporánea)
Nadie puede escapar de Dios. Todos, un día, estaremos delante de su presencia rindiendo cuentas de la vida que decidimos llevar. Recuerda que el pesimista aunque quiere identificarse como alguien realista, lo que en realidad hace es cuestionar la victoria de Dios.
«No te rindas, lucha. En la Biblia hay esperanza».
Ahora hablemos del OPTIMISTA:
El optimista tiene otra visión de la vida; al igual que Eliseo, ve con los ojos del alma y espera que las cosas buenas sucedan. No se trata de que no vea la realidad, el optimista la ve, pero lo hace con otra ACTITUD. Tanto el pesimista como el optimista ven los mismos hechos y realidades, pero el optimista lo hace con otra mirada, una mirada que se construye con la esperanza. Porque si algo malo sucede en la vida, el optimista sabe que solo es algo pasajero.
Si te identificas como un cristiano comprometido, entonces tienes ESPERANZA. La esperanza en el alma del optimista es tan vital como el aire en nuestros pulmones. El cristiano que conoce su Biblia se alimenta de esperanza, ¿sabes por qué?
¡PORQUE HAY UNA PROMESA DE VICTORIA!
¿Por qué hablo del pesimismo y el optimismo en este devocional? Porque un día tuve que tomar una decisión y hasta el día de hoy lo recuerdo. Tenía 19 años y estaba viviendo aquí, en Argentina, no tenía qué comer ni dónde dormir. Por un tiempo me refugié en una estación de trenes y cuando hacía frío, iba a la terminal de autobuses para usar los baños y me sentaba entre los pasajeros como si fuera uno más. Hacer esto de algún modo me hacía sentir cuidado por la gente. Luego, me enfermé y no sabía qué hacer, dentro de mí surgió una fuerza que me hizo decir: “Ya que voy a morir, moriré peleando”. Sin embargo, poco después conseguí trabajo, pude alquilar un cuarto y tomé la decisión de ser cristiano. Fue entonces cuando me di cuenta de que nunca había estado solo; sino que Dios estaba puliendo mi carácter. Años después, aquí me tienen, ayudando a otros a ver a Dios con optimismo.
«Nunca has estado solo, Dios siempre estuvo allí».
El pesimismo y el optimismo son dos fuerzas opuestas que todos tenemos en nuestro interior. Puedes imaginarlas como dos puertas, una a cada lado de ti, y la puerta que decidas cruzar será condicionante en tu comportamiento frente a la vida y la adversidad. El optimismo te brinda energía, mientras que el pesimismo te paraliza, — como vimos que sucedió con el siervo de Eliseo —.
Si ahora mismo hay algo difícil que estés atravesando en tu vida, lee esta escritura:
«Y sabemos que para los que aman a Dios, TODAS LAS COSAS COOPERAN PARA BIEN. Esto es, para los que son llamados conforme a su propósito.»
Romanos 8:28 (La Biblia, Nueva Biblia de las Américas)
Dios te ama y sabe por lo que estás pasando. Él lo sabe, claro que lo sabe, pero siempre serás tú quien tendrá que tomar una decisión. Todo lo que te esté pasando, Dios lo usará para tu bien porque todo coopera para tu bien, para fortalecer tu fe. Dios te regaló una promesa y Él la cumplirá. Dios siempre está ahí. Solo necesitas ver lo que no ves, necesitas “ojos espirituales” para ver más allá que quienes se llaman “realistas”.
“Que Dios, que da esperanza, los llene de alegría y paz a ustedes que tienen fe en él, y les dé abundante esperanza por el poder del Espíritu Santo.”
Romanos 15:13
La Biblia es un libro de ESPERANZA para los optimistas, porque confían en el mañana y se alegran. Su presente, su ahora, se llena considerablemente de paz y seguridad.
El reino de Cristo triunfará y yo me alegro de estar de su lado. Algún día estaré en el Cielo y todos los que estén allí no verán en mí el viejo traje que era mi cuerpo; sino que verán el ropaje de justicia por el que siempre prediqué.
El futuro ya está escrito, por eso soy optimista. Al igual que muchos de mis hermanos en Cristo, yo también leí el último capítulo del Apocalipsis y hacerlo cambió mi visión del mundo que viene y también de mi propia vida. Decido ser optimista porque sé lo que dice el final de mi Biblia.
¿Y tú?, ¿qué decides ser?
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Reflexión
“Si te cuesta ver lo positivo en medio de la adversidad, ora para que Dios te ayude a ver con ojos espirituales.”
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Hermano Daniel , Enriquecedor tu devocional y testimonio de vida….El alfarero, Dios nos moldea y actúa en nuestra adversidad, en esos momentos nuestra visión o decisión de vida puede ser errónea, pero nuestro Padre siempre tiene lo mejor para nosotros …Fe en su propósito y descansar en su promesa, en un nuevo cielo y nueva tierra, dónde abunde el amor, humildad , y no halla más dolor, enfermedad y muerte. Dar gracias por cada día más de vida, por qué su hijo amado Cristo Jesús, fue el cordero, y entregó su cuerpo y derramó su sangre en aquella cruz, para darnos vida Eterna, en paz,gozo y abundancia
Tengo que aprender a esperar en el Señor a veces uno piensa en el futuro y aparece el temor o la incertidumbre pero así como viene ese temor ó duda se tiene que ir ya que tenemos al Señor JESUCRISTO en nuestro corazón y al Padre Celestial a nuestro lado siempre y nos enseñan a no temer y no dudar. Ayudanos Señor a seguir firmes cada segundo de nuestra vida !
De gran bendición y aliento querido hermano sos un gran hijo de DIOS .
Soy difícilmente positiva más aún cuando las cosas no salen como lo pensaba. Pero debo cambiar mi manera de pensar y creer que en los momentos de debilidad él poder de Dios se manifiesta. Y que Dios sabe el propósito de cada situación, Todo obra para bien. Aunque no lo pueda ver. Él siempre está obrando.
muy buena reflexión, en la vida siempre debemos ser optimista, nunca debemos perder la fe porque Dios siempre está con nosotros, cuando algo malo nos pasa debemos verlo como experiencias que tenemos que vivir para aprender de ellas, siempre debemos vivir el presente como una bendición de Dios y dar gracias por lo que tenemos y somos.
y la verdad q uno cuando fracasa en la vida , como padre , marido o como hijo piensa , no sirvo para nada todo lo hago mal no hago una bien , pero sin embargo allí esta Dios diciéndome FUERZA TU VALE MUCHOS PARA MI YO DI MI VIDA X TI y gracias a esa ESPERANZA q Dios tubo x mi estoy acá como DISCIPULO obedeciendo su palabras
muchas veces ser optimistas… no es fácil…sobtetodo porque la realidad que atravesamos nos golpea haciéndonos creer que no hay salida…sin embargo yo elijo serlo , porque Dios se ocupo siempre de mi y me ayuda a ver » esos carros «igual que el siervo de Eliseo». gracias!!!