¿POR QUÉ EXISTO?
Parte 1/3

Por: Daniel Acosta

“Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo; tú me formaste en el vientre de mi madre. Te alabo porque estoy maravillado, porque es maravilloso lo que has hecho. (…) Habías señalado los días de mi vida cuando aún no existía ninguno de ellos”.

Salmos 139:13-16 (Biblia DHH)

Alguna vez te has preguntado:

¿Por qué nací?, ¿cuál es mi propósito en esta vida?, ¿por qué nací en esta época y no en la Primera o Segunda Guerra Mundial?, ¿cuál es el sentido de mi existencia?

Nadie existe como producto de la casualidad, Dios tiene un plan para nuestras vidas (Jeremías 29:11) y antes de que naciéramos ya nos había diseñado (Lee Hechos 17:26, Efesios 1:4 y Jeremías 1:5).

¿Puedes imaginar a Dios pensando en ti, dedicando tiempo para diseñarte mucho antes de que nacieras? ¿te lo imaginas decidiendo cómo te llamarías, en donde vivirías y qué aspecto tendrías?, ¿te das cuenta? ¡Dios dedicó un tiempo exclusivamente para ti y estuviste en sus manos mientras te iba formando!

“Tu fuiste quien formó todo mi cuerpo…” Salmos 139:13

Dios se inspiró al crearnos y nos hizo con sumo detalle. Él no descuida su creación y quiere lo mejor para nosotros. ¿Alguna vez te preguntaste por qué hay personas que llevan vidas complicadas y llenas de problemas? La clave está en estas dos palabras: 

“Propósito y Misión”

Estos dos ejes son importantes porque nos brindan perspectiva en la vida, ¿cuál es el propósito de Dios para tu vida?, ¿qué misión te ha encargado? A través de la Biblia Él responde estas preguntas, solo depende de nosotros buscarlas. 

Con el paso de los años muchos cristianos nos desviamos del plan perfecto de Dios para seguir nuestras propias agendas y nos llenamos de actividades diarias y prioridades que no tienen nada que ver con la razón por la que fuimos creados — por supuesto, no estoy diciendo que dejes tu trabajo o tus estudios ya que son actividades que debemos realizar y que incluso la Biblia nos llama a hacer, como es el caso del trabajo —. Quiero decir que la razón de nuestra existencia va más allá de solo cumplir con estudiar o trabajar. No lo dudes, hay un plan que está ahí escrito y está esperándote.

“Mucho antes de que nacieras, ya habías estado en las manos de Dios. Él te diseñó, te puso un nombre y determinó cuándo y dónde debías nacer”

He escuchado personas que en medio de la angustia dicen:

¿Por qué Dios me hace esto?, ¿por qué me sucede esto?, ¿por qué a mí?, ¿qué hice yo para merecer esto?

Amigo lector, la respuesta siempre estuvo cerca de ti, está en la Biblia, no la subestimes. Lee la Biblia y luego ponla en práctica, solo así sabrás que funciona, y entenderás que Dios nunca te abandonó, por el contrario, dejó en la Biblia todos sus consejos para ayudarte a tomar decisiones y evitarte tristezas.

Recuerda siempre esto:

“La vida que tenemos, es el resultado de las decisiones que tomamos”

Con esta frase quiero animarte a pensar en lo siguiente, tienes el poder para cambiar el rumbo que está tomando tu vida pero para ello debes tomar decisiones. O te quedas atrapado en tu pasado sufriendo por cosas malas que no puedes cambiar porque ya pasaron, o te liberas de las cargas que llevas y empiezas a construir un futuro mejor y eres feliz en el tiempo que te queda. Ya no puedes cambiar tu pasado, pero sí puedes construir un mejor futuro de la mano de Dios.

Por ejemplo, en mi caso cada vez que quiero hacer un cambio en mi vida empiezo por reacomodar mi casa y mejorar el diseño. Si hay que pintar, pinto; si hay que reparar algo, lo reparo. Dedico tiempo para limpiar y me deshago de cosas que ya no uso, al mismo tiempo que decido quedarme con cosas que me ayudan a avanzar e inicio una rutina de ejercicios. Ver todo ese cambio me ayuda a recordar que también tengo que hacer un cambio interior, porque siempre pensé “Mi casa es el reflejo de mi interior” y eso me ayuda a seguir cambiando mi corazón. 

En la Biblia se encuentran escritas las historias de vida de muchas personas, con sus aciertos y errores. Todo lo que está ahí sirve para aprender de su sabiduría y hacer los cambios que sean necesarios para mejorar tu propia vida. Para entender la Biblia es necesario que seas humilde y que pidas ayuda (Hechos 8:29-31). Por favor, no pierdas la oportunidad de asombrarte al descubrir cuál es la razón de tu existencia. 

Ahora sabemos que tenemos un propósito y una misión, necesitas entender en qué consiste cada una de ellas, y la respuesta la hallarás en la Biblia. Esto lo ampliaré en el devocional “¿Por qué existo? – Parte 2”.

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DANIEL ACOSTA
Escritor de contenido devocional
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